En el último episodio de nuestro podcast Con Buena Energía, Manuel Romero, gerente de ETRES Consultores, nos compartió recomendaciones clave para reducir el consumo de agua caliente sanitaria (ACS) en los hogares y mejorar la eficiencia energética. El agua caliente puede representar hasta el 40% del consumo energético en una vivienda, especialmente en climas como el de Elche, por lo que ahorrar en este aspecto es crucial para reducir tanto el gasto como el impacto ambiental.

¿Cuáles son las principales fuentes de consumo de agua caliente?

Los equipos más comunes para calentar el agua en los edificios incluyen:

  • Calderas o calentadores: Normalmente usan gas natural para generar calor, pero su rendimiento es relativamente bajo, por lo que su consumo energético es mayor.
  • Termos eléctricos: Calientan el agua mediante una resistencia eléctrica, y aunque tienen un rendimiento superior a las calderas, su consumo energético sigue siendo significativo.
  • Bombas de calor aire-agua: Son muy eficientes, con un rendimiento de hasta el 350%, pero su tiempo de calentamiento es mayor.

Consejos para reducir el consumo de ACS

  1. Optimiza la temperatura: Configura la temperatura del agua entre 55 ºC y 60 ºC como máximo.
  2. Aislamiento del equipo: Elige equipos con buen aislamiento térmico para evitar pérdidas de calor, sobre todo en los acumuladores de agua caliente.
  3. Programa el uso del termo: Reduce su consumo en las horas en que no es necesario, especialmente durante la noche.
  4. Energía solar y fotovoltaica: Las instalaciones solares térmicas pueden cubrir hasta el 80% de la demanda de ACS, y la fotovoltaica puede suministrar energía a sistemas eléctricos de calentamiento de agua.

Consejos adicionales para reducir el consumo de agua

  • Instala perlizadores y reductores de caudal en grifos y duchas.
  • Cierra el grifo mientras te cepillas los dientes o te afeitas para evitar pérdidas innecesarias.
  • Usa el lavavajillas en lugar de fregar a mano: Consume menos agua y es más eficiente.
  • Controla la duración de la ducha: Reducir el tiempo de ducha a unos 7-8 minutos puede ahorrar hasta un 20% de agua caliente.

Con estos sencillos consejos puedes reducir considerablemente el consumo energético y de agua caliente en el hogar, contribuyendo a la sostenibilidad y generando un ahorro en la factura energética.

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